LA HABANA - 01

TODOS A BORDO: Hoy no hay horario máximo de embarque ya que hacemos noche en La Habana.

Hemos dormido poco debido al retraso de nuestro vuelo de ayer y una indisposición de mi pareja, casi se nos va al traste nuestra visita de hoy debido a ello, aunque afortunadamente todo se fue solucionando poco a poco, eso si, bajamos algo mas tarde a tierra.

Nuestro primer paso una vez pasado el control de aduanas sería cambiar moneda, así que en la misma terminal antes de la salida nos disponemos a cambiar según nuestro cálculo para la jornada, si nos faltaba algo lo pagaríamos en euros (benditos euros)

Al salir nos dirigimos frente a la terminal Sierra Maestra (Plaza San Francisco), sorteando todas las ofertas de transporte y guías que nos abordaban, aunque al decirles que ya teníamos programado el día nos dejaban sin más y además con una gran sonrisa.

Habíamos quedado con nuestro guía Carlos a las 9:30 frente a la terminal en la plaza de San Francisco, concretamente en el Café del Oriente. Carlos seguía allí esperando con su mirada fija hacia la terminal, enseguida nos reconoció a pesar de que se me olvidó la gorra con mi nombre. Tampoco era muy difícil pues al salir algo más tarde ya no había mucha gente por allí, como buen profesional sabe que cualquier indisposición de última hora puede ocurrir y ocurrió.


Tras las presentaciones y resguardados en un lugar protegidos del intenso sol, nos comunica cuál va a ser nuestro planing del día de hoy y el de mañana.

Su planteamiento de visitar La Habana Vieja nos gusta, pues aparte de la historia que nos la cuenta como nadie nos pregunta cual es nuestra idea a la hora de comer, pues si comemos en el barco y tras la primera parte del recorrido, nos acompañará al mismo y nos recogerá a la hora que pactemos. Si decidimos comer en la ciudad nos ofrece reservar por teléfono en una variedad de paladares (restaurantes familiares), recomendados: Doña Eutimia, Orreily304, Café de los artistas, Siakara (entre otros). Le comento que nos repita los nombres y oigo varios de los que he visitado en Internet y nos decidimos por uno: "Doña Eutimia". Nos dice que excelente decisión aunque a la hora de reservar le indicamos si aceptaría nuestra invitación para acompañarnos en la comida, invitación que acepta. Por supuesto, valoramos mucho el que nos acompañe para que nos explique el tipo de comida, composición, historia etc. pero esto llegará después.

Caminando por las calles y callejuelas de La Habana comenzamos a tener contacto con sus gentes, personas agradables y cercanas con la sonrisa por delante y una educación extrema. Poco lujo como podréis imaginar y falta de tiendas y comercios a los que estamos acostumbrados. Comenzamos con la visita al museo que tenemos junto a la plaza e San Francisco, la entrada es gratuita. Nos da la bienvenida al entrar una chica con mucha simpatía pero todavía más cuando ve que somos españoles. A la salida tengo una pequeña charla con ella y me dice que tienen ganas de que se reactive la economía. Ella es funcionaria pero al contrario que en nuestro país, los sueldos son bajísimos.
Foto: Cruceristas y Cruceros ©
Muy cerca de la terminal visitamos el Hostal de los Frailes y lugares emblemáticos

Nuestro guía nos invita a churros en un puesto callejero donde acostumbra a tomarlos cuando va de paso (excelentes churros), aunque muchas veces desayuna en el Museo del Chocolate cuyo olor delata lo que se puede degustar allí dentro. Un lugar con años de historia cuyos antiguos artilugios de elaboración y composición del producto podemos ver a través de una vitrina. No hay muchos lujos, sus puertas de madera denotan el paso del tiempo pero el ambiente que nos lleva al pasado es agradable. Bastante gente tomando chocolate. Decidimos seguir nuestra ruta.

Hace bastante calor pero nuestra marcha es muy tranquila atendiendo las magistrales explicaciones de Carlos. En La Habana Vieja convive la construcción a la que falta mucha, pero que mucha reforma, y los edificios coloniales restaurados que son una maravilla. Visitamos la fábrica o museo de Havana Club donde los intensos rayos de sol que entran por sus ventanas se mezclan con la oscuridad de la madera interior, formando un ambiente típico de una película de Bogard. Solo falta el humo de un cigarro puro y un café humeante mezclados con los rayos de sol.

Visitamos la Droguería Johnson repleta de recipientes de porcelana donde el tiempo se detuvo hace mucho tiempo.

En una esquina de la calle dela Obra-Pía encontramos a Carlos Sanchez, un trompetista callejero con traje, sombrero y zapatos blancos en contraste con su camisa negra. Teníamos mucha ilusión en encontrarlo ya que nos habían hablado mucho de él y como músico que he sido no quería irme sin conocerlo. Tras presentarnos y decirle que éramos españoles se le iluminaron los ojos, tuvimos una charla con él, le pedimos hacer fotos y colaboramos económicamente con su arte, el arte de la música. Y por supuesto por su simpatía hacia cualquier persona que se ponga a charlar con él, si es español, mucho más.

Proseguimos nuestro agradable paseo observando un local donde se encuentra un sexteto ambientando una de las cafeterías (esto es muy normal), nos llama mucho la atención. Aprovechando que las ventanas están corridas nos limitamos a ver la actuación del grupo y el ambiente de baile. Os lo aseguro, si os gusta este tipo de música disfrutaréis pero mucho. Llegamos a la famosa Bodeguita del medio con sus paredes firmadas por todas partes tanto interior como exteriormente. Como sabréis, estos locales se abrían generalmente en las esquinas de las cuadras y este en concreto lo abrieron en medio, entre dos esquinas, de ahí le viene el nombre. El interior está como decimos aquí "petao", no hay quien entre, se oye la música también en directo como en todos los locales.

Decidimos cambiar de ambiente y nos acompaña a la Feria Artesanal Nave San José, una inmensa nave dedicada a la venta de artículos y artesanía, generalmente para el turista. Nos ofrecen de todo y aunque no tiran los precios por alto como en otros ciudades o zocos si que es cierto que sobre tasan los precios. Hay que regatear, tenéis de todo, desde vestidos a artículos de artesanía, regalo y arte. La gente es muy agradable. Tras unas compras nos tomamos unos cocos, bueno, el agua de unos cocos, y seguimos nuestra marcha.
Foto: Cruceristas y Cruceros ©
Los pies comienzan a hervir, por lo menos los míos. Nos dirigimos al Restaurante Bar Floridita donde estuvo Heminguay, está repleto de gente tomando copas. Local refrigerado y emblemático pero algo difícil de transitar interiormente. La figura de Heminguay está situada en una esquina junto a la barra y es el lugar preferido para hacerse una foto (si podéis).

Ya en el exterior notamos el intenso tráfico y movimiento de gente en general. El claxon de los vehículos, el rugir de los almendrones y la contaminación reinante son los reyes del lugar. ¿ITV?, jajaja, creo que no existe aquí.

Llegamos al Parque Central, lugar de agradable ambiente frecuentado por grupos que se reúnen para disfrutar del baile. Los típicos y coloridos almendrones aparcados en batería haciendo rugir sus motores esperando clientela marcan el lugar. Es típico ver conductores con sombreros de paja tipo "Juan Valdés" dando cuenta de un excelente puro. Estos característicos vehículos son una institución en Cuba, son reparados con piezas adaptadas generalmente de la marca Hiunday, incluídas las llantas. En la propia isla se crean piezas a medida aunque otras se importan desde E.E.U.U. como manivelas u otro tipo de piezas. Si la luna de un Chevrolet por ejemplo se rompe se puede fabricar en Cuba pero hay que colocarle el laminado para evitar los accidentes por astillado. Si a una batería se le acaba "su hora", ese vehículo puede estar perfectamente dos o tres días parado hasta el recibo de otra y no son piezas baratas aquí.

Frente a esta plaza y a la izquierda se encuentra el Capitolio repleto de andamios debido a su restauración, y la calle que nos separa la están parcheando con asfalto. Digo parcheando porque no asfaltan la avenida entera aprovechando que faltan unos días para la llegada del presidente Obama, sino que parchean trozos. Es un lugar ideal para subir al turibus

No dejéis de visitar la Plaza de Armas y la Fortaleza donde a su entrada reza lo siguiente:

• La Plaza de Armas ocupaba parte de los terrenos del Castillo de la Real Fuerza pero, al ser este construido, fue trasladada de lugar y adquirió una connotación esencialmente militar y política. Hacia 1.580 se posiciona en su emplazamiento actual. Entre 1.776 - 1.791, al construirse los Palacios de los Capitanes Generales y del segundo Cabo, adquiere una alta jerarquía urbana.

• En 1.834, es remodelada y se coloca en ella una estatua del monarca español Fernando VII, sustituida en 1.955 por la de Carlos Manuel de Céspedes.

• La restauración de los años 1.930 recupera su imágen decimonónica: un cuadrilátero con un paseo perimetral arbolado y otros dos paseos interiores que forman una cruz.
Foto: Cruceristas y Cruceros ©
Pasamos junto al Museo de la Revolución con artilugios y vehículos de guerra, custodiado por militares. Camino del paladar donde Carlos nos reservó el almuerzo, hay algunos paladares más en la misma calle. El elegido tiene buena pinta, está repleto y debemos esperar unos minutos a que quede libre la mesa donde daremos cuenta de nuestra comida del día. Una excelente comida en pleno centro de La Habana Vieja. Recorremos algunos lugares más pero es muy difícil enumerarlos todos, lugares como la Catedral de La Habana y su plaza con tintes de "sabor cubano" antes de dirigirnos a Doña Eutimia donde disfrutaremos junto a nuestro guía de una excelente y típica comida Cubana acompañada de una cerveza fresquita típica del lugar, (Bucanero).

A continuación un breve paseo y ahora sí entramos a la Catedral donde a la salida podemos disfrutar de un envidiable ambiente en su plaza. Es el lugar de la despedida de Carlos. Nos dirigimos a visitar el Malecón, mis pies no solo están que arden sino que comienzan a hincharse, pero el Malecón, lugar emblemático donde muchos cubanos observan las puestas de sol con nostalgia, quizás con la idea de de cruzar el mar algún día, creo que la visita vale la pena. Llegamos hasta el lugar donde frente a nosotros se encuentra en la otra orilla el Castillo de Morro. El sol cae en el horizonte y nos ofrece la estampa que estábamos esperando para nuestro recuerdo.

Ya de vuelta al barco paseando, estamos algo indecisos entre coger un taxi y cruzar hasta el Castillo el Morro o embarcar, pero sinceramente nuestras fuerzas no dan para más. Decidimos volver hacia el barco por este típico paseo, necesitamos una ducha y reponernos alimentariamente hablando. Esto es lo bonito de los cruceros, un excelente día disfrutando de una ciudad con tanta historia y de repente pasar a la comodidad que nos ofrece nuestro barco.

Desde las 20:00 horas en la piscina (puente 11) podremos disfrutar junto al equipo de animación de música y copas, además, como reza en el diario "únete al equipo de animación y disfruta del hermoso horizonte de La Habana con tu bebida preferida mientras admiras el espectacular cielo estrellado".

Ha partir de las 24:00 horas nos espera el DJ. en la discoteca, bueno, los que quieran seguir la marcha.

Esto es el resumen del día de hoy. Espero que os haya gustado. Mañana seguiremos con nuestro segundo día en La Habana recorriendo las zonas de Jaimanita, Vedado y Miramar. Esperamos que os haya gustado nuestro resumen así que…

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